Crucero de lujo. Pensamiento lateral.

 

 

En aquél crucero de lujo , varias personas de la alta burguesía fueron sentadas a cenar juntas.  El capitán del crucero se encargó de presentar a los comensales , 7 en total .

Allí estaban el conde y la condesa de Villena , adinerados  aristócratas  de mediana edad ; el Sr. Martinez , rico terrateniente que viajaba con su joven hija , Ana ; el matrimonio formado por Juan y Maria , recién casados en viaje de novios ,  regalo de los padres de ella , conocida familia con multiples empresas  y el renombrado joyero Pedro Gómez , hombre culto y educado  y de charla muy agradable.

En las copas tras la cena , Pedro Gómez entretenía al resto con interesantes historias sobre diamantes y joyas ;  en algunos casos , dado su conocimiento y experiencia , había colaborado con la policía. La conversación derivó hacia el alto coste de las joyas y seguros , por lo que , debido a las excelentes falsificaciones que se conseguían , algunas personas preferían tener las joyas guardadas en cajas de seguridad y lucir imitaciones en fiestas y reuniones. El conde era de la opinión , que las imitaciones eran tan buenas  que nadie las distinguiría del original. Pedro Gómez , sin embargo, opinaba que él era capaz de verificar  perfectamente con solo una rápida inspección ocular el valor de una pieza.

El conde , a quién no parecía haberle caido bien el joyero e incluso había visto ciertos gestos que él consideraba de coqueteo con su esposa ,  lanzó una apuesta . «Entonces apostaría usted 100€ a si es capaz de reconocer la veracidad o falsedad de algunas de las joyas que lucen las señoras en la mesa? » .

-«Por supuesto» , aceptó el joyero.

Así ,  cogiendo la mano de la hija del sr. Martínez para observar la pulsera que llevaba ,  la miró y le dijo , «bonito brazalete» , «es un regalo de mi padre cuando cumplí 18 años , contestó ella » , el sr. Gómez continuó , «una muy buena imitación , sin duda, realizada por un buen joyero» mientras miraba al padre , y añadió , para evitar incomodidades » estoy seguro que la original está bien guardada» ;  «Así es » , dijo el Sr. Martínez ,» junto con otras joyas de su madre las tenemos en una caja de seguridad del banco».  El joyero sonrío mientras recibía un ligero aplauso del resto de invitados , excepto del conde.

El joyero continuó ; «Y por otro lado , está el magnífico collar que luce la condesa , sin duda una gran obra de joyería , auténtica y de gran valor , acorde con su elegancia».

El conde , sonrió esta vez , » me temo Sr. Gómez que ha perdido la apuesta »  y dirigiendose a su esposa » este collar no te costó mas de 600€ , recuerdas?»

El joyero pidió permiso a la condesa para examinar más de cerca el collar , tras lo cual , reconoció , «vaya , esta vez la imitación me engañó , usted gana la apuesta , Sr. conde.»

A la mañana siguiente , el joyero recibió por debajo de la puerta un papel , en el que , con lápiz de labios estaba escrito: «Gracias»

Explíca que sucedió.

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7 comentarios en «Crucero de lujo. Pensamiento lateral.»

  1. De momento creo que:

    Spoiler
    – La joya de la condesa era verdadera pero su marido no lo sabía, quizás un regalo de un amante o un despilfarro que hizo antaño. Así que por discreción dijo que no para así no destapar el secreto.

  2. Spoiler
    el conde viajaba con su hija, no con su esposa,la diferencia de edad graciasal joyero hace que el conde reconozca a la joven como condesa y no como su hija

  3. Spoiler
    he confundido los nombres perdon,pero siel papel esta escrito con lapiz de labios ,es mas propio de una mujer que de una joven de 18 años, un motivo ya esta expuesto porCcefiro, a mi no se me habria ocurrido.

  4. No hay nada más escondido , la respuesta de Céfiro ( regalo de una amante que ella hizo pasar por compra propia de menos valor para no tener que justificar ese gasto ante el conde) es la correcta.
    Duró poco esta vez.

  5. El joyero prefirió perder una apuesta antes que desenmascarar a una extraña. ¿Y si no fuera una extraña y él estuviera implicado? Tiene más lógica.

    Entonces yo creo y deduzco que el joyero y la condesa eran amantes. Que el joyero le había regalado el collar a la condesa y pensó que la condesa le había dicho al conde alguna mentira pero no que era una baratija.
    Al momento de ver el collar definitivamente lo reconoció y lo elogió. Sin embargo al enterarse de la mentira de la condesa a través de las palabras del conde, no le quedó otra que perder la apuesta para mantener la mentira.

    Esto corrobora porque el «gracias» fue con lápiz de labios y no con lapiz regular (el lapiz de labios implica intimidad) y también la razón que la condesa no le agradeció en persona o le devolvió el dinero perdido en la apuesta.

    Disculpen lo extenso y complicado.

Los comentarios están cerrados.