Desde la azotea de un edificio, un francotirador quería dar de baja a un hombre que iba conduciendo un auto con vidrios polarizados.
Aunque confundido con lo que veía, cumplió con su encargo. Sin usar artimaña, tecnología o mira especial alguna, acertó en su primer disparo. La bala simplemente atravesó el vidrio de la puerta del conductor y seguidamente la cabeza del objetivo.
¿CÓMO FUE POSIBLE?
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Tomó la referencia de la carrocería y la puerta delantera, la cabeza ocupa mas de un tercio de la superficie de la ventana. Yo apuntaría enmedio, aunque en esta vida soy incapaz de matar a nadie.
No lo veo tan difícil. También con vidrios normales los reflejos nos impiden muchas veces ver al conductor.
Pues haciendo caso a la etiqueta y, pensando lateralmente, quizá la respuesta sea que los cristales estaban polarizados al revés.
Eso es Junio, ni más ni menos.