¿Quién inventó el puzzle?

La historia nos cuenta que fue un cartógrafo, John Spilsbury, quien creó el primer puzzle en 1767.
Pegó una lámina con un mapa del mundo sobre una madera, la cortó en piezas diferentes que encajaran unas con otras y así, casi sin querer, creó el primer rompecabezas de la historia. Los puzzles nacieron como una herramienta educativa para enseñar geografía a los niños.

Si Spilsbury levantara la cabeza, se sorprendería al comprobar las transformaciones que su «invento» ha experimentado en los últimos 250 años. Seguramente, su mayor asombro sería comprobar como, esa creación que nació como un instrumento educativo para niños, se ha convertido a día de hoy en un hobby apasionante para una parte de la población de todo el planeta.

¿Cuándo se convirtieron los puzzles en un pasatiempo?

Los puzzles para adultos surgieron en la década de 1900 a 1910, aunque podemos afirmar que actualmente están viviendo el mejor momento de su historia. Montar puzzles se ha convertido en el pasatiempo de mucha gente que encuentra en ellos diferentes motivaciones y por tanto, distintas maneras de afrontarlos como reto.
Algunos se acercan a ellos de forma puntual, buscando encontrar un hobby con el que rellenar el tiempo de un momento concreto de sus vidas. Este tipo de aficionados llega a completar puzzles de 500 o 1000 piezas y los va realizando de forma intermitente y esporádica.
Sin embargo, existe otro tipo de usuarios que encuentran en este pasatiempo una verdadera pasión y que consiguen terminar dos o tres puzzles al mes, atreviéndose incluso con desafíos de 5000 piezas en adelante. Este tipo de puzzleros reservan un ratito de su rutina diara a encontrarse con su hobby. A veces tienen un rincón de la casa donde siempre hay un puzzle a medias que van retomando cada día, aunque sea solo para encajar unas pocas piezas.

Diseños originales de puzzles

Curiosamente, la temática de los mapas en los puzzles con la que todo empezó, sigue siendo un argumento recurrente en la producción de rompecabezas. Sin embargo, las materias que a día de hoy se llevan el éxito más rotundo, son los de viajes y los de obras de arte.

Cada año, llega al mercado alguna marca de puzzles que trae un soplo de aire fresco y algunas innovaciones, ya sea en el diseño o en la tecnología empleada para el corte de la piezas.

En ese sentido, la marca de puzzles Cloudberries se ha convertido de la noche a la mañana en una de las favoritas de muchos puzzleros y a su vez de muchos aficionados al diseño gráfico y a la ilustración.
Cloudberries hace puzzles respetuosos con el medio ambiente, tanto en el cartón de las piezas como con las tintas empleadas para la impresión de sus dibujos. Esta marca además apuesta por acercar a este hobby a artistas relacionados con el panorama del diseño gráfico, como son Kilian Eng, Ori Toor o Fanny Papay, entre muchos otros. Cuando terminas un puzzle Cloudberries, tienes muy claro que lo quieres enmarcar y colgar en alguna pared de la casa, pero lo difícil será elegir un
único sitio para hacerlo.

Hacer puzzles es, sin duda, un ejercicio mental muy completo en el que ejercitas ambos lados del cerebro. Una experiencia que nos invita a desafiarnos y en la que la creatividad, la lógica y el desempeño intuitivo y metódico juegan un papel muy importante.