Se trata del recorrido de un rey sobre un pequeño tablero de ajedrez y sujeto a las siguientes condiciones:
Primero, el rey debe pasar por cada celdilla una y solo una vez.
Segundo, el rey debe cambiar de dirección después de cada movimiento, esto es, que no puede moverse dos veces consecutivas en la misma dirección.
Tercero, el número de puntos por donde la trayectoria del rey se corta a sí misma debe reducirse al mínimo.
La ilustración a muestra el único recorrido posible en un tablero de 3 x 3 desde la casilla A a la B. Tiene un cruce y es único, salvo, evidentemente, simetría respecto a la diagonal principal. Un recorrido cerrado es imposible sobre este tablero.